Cómo Tomar Retratos Profesionales con Iluminación Natural

¡Hola, luciérnagas de la fotografía! ¿Alguna vez te has encontrado en un lugar genial para hacer retratos pero sin un equipo de iluminación a la mano? No te preocupes, la madre naturaleza tiene una gran fuente de luz esperando para iluminar tus sesiones de retratos y es, por supuesto, la iluminación natural.

En primer lugar, hablemos del mito de la «hora dorada». Muchos de nosotros, fotógrafos, creemos que sólo podemos tomar retratos impresionantes con luz natural durante la primera hora después del amanecer o la última hora antes del atardecer, también conocida como la «hora dorada». Pero aquí va un truco: la iluminación natural puede ser juguetona y hermosa en cualquier momento del día. Eso sí, cada hora tiene su propio encanto.

La iluminación al amanecer o al atardecer brinda un cálido efecto dorado que embellece la piel y crea un hermoso halo alrededor de tu sujeto, ¡súper romántico! Pero, ¿sabías que el mediodía, cuando el sol está en su punto más alto, también puede ser una oportunidad para realizar retratos interesantes? Con un poco de sombra o usando un reflejo, puedes obtener retratos con un excelente contraste y detalle.

Otra gran opción para retratos con iluminación natural es aprovechar los días nublados. ¿Por qué? Porque las nubes actúan como un enorme difusor que dispersa la luz del sol, minimizando las sombras y brindando una iluminación suave y equilibrada.

Prueba diferentes ángulos para jugar con la luz. Puedes conseguir increíbles siluetas a contraluz o resaltar la textura y el detalle de la piel colocando a tu sujeto lateralmente a la luz natural.

Si buscas un efecto más suave y deseas eliminar las sombras, puedes valerte de un reflector o incluso una sencilla hoja de cartón blanco. Al reflejar luz sobre tu modelo, suavizarás las sombras y destacarás las tonalidades de su piel.

En definitiva, trabajar con luz natural puede ser un gran desafío, pero también una excelente oportunidad para experimentar y darle ese toque personal a tus retratos. Recuerda que la belleza está en los detalles y la iluminación natural puede ayudarte a realzarlos. Y sobre todo, no olvides disfrutar el proceso, sin importar cuántos cambios de luz natural te encuentres en el camino.

Entonces, luciérnagas, a encender esas cámaras y a explorar el maravilloso mundo de la iluminación natural. ¡Buena suerte en tu viaje fotográfico!

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